Pensar bajo presión: sin estrés ni ansiedad
Pensar bajo presión: sin estrés ni ansiedad

Pensar bajo presión: sin estrés ni ansiedad

¿Por qué sentimos presión?

Porque cada vez vivimos más deprisa.

La pantallización ha provocado que prestar atención se haya vuelto muy complicado. Las distracciones abundan: avisos en el móvil, poco tiempo, sobrecarga de tareas, problemas en casa o en el trabajo.

Parar, pensar y planificar ha quedado en segundo lugar. Hoy en día las personas están corriendo de un sitio para otro ¡y se sorprenden de estar cansadas!

Vivir lento o el slow living tal vez sea una utopía, pero reservar unos minutos para escribir en un bloc de notas o en la app de notas de tu teléfono, es algo práctico y realista. Ir tachando lo que vas terminando a lo largo del día te va a dar una sensación de triunfo, de estar en conexión contigo que puede llenarte de energía.

Pero si estás con estrés o ansiedad, dirás: «Eso a mí no me funciona», «Como me ponga a escribir la lista, no salgo ni de casa», «Saber lo que tengo que hacer me va a agobiar más», «No puedo, llego tarde».

Así no se puede vivir, en eso espero que estés de acuerdo conmigo.

¿Qué es el estrés?

El estrés es la prisa o urgencia para terminar algo. Es un mecanismo de defensa que, sin regulación, salta cada dos por tres y hace la vida imposible.

A nivel fisiológico, pone al cuerpo en alerta y en consecuencia, se segrega una hormona llamada cortisol, que regula el metabolismo, la glucosa en sangre y la presión arterial y puede llegar a suprimir el sistema inmune.

A nivel mental, el cortisol influye en la memoria, la concentración y el sueño. Aparecen los despistes, la niebla mental o una sensación de ser incapaz de poner el foco las tareas que están por hacer.

A nivel emocional provoca que las emociones estén a flor de piel y «se salta» por cualquier tontería, que estando en calma, nunca hubiera provocado esa respuesta emocional.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es estrés por anticipación, por estar pensando en futuros catastróficos que: ¡Posiblemente no ocurran jamás!

La ansiedad viene acompañada de la pre-ocupación. La persona ansiosa pierde el tiempo pensando en lo que está por venir, ocupa su presente martirizándose con pensamientos obsesivos sobre el futuro. Dicho de otra manera: «te vienes abajo».

También aparecen las expectativas, que son «la madre de la frustración». ¿Por qué? Porque te vienes arriba y, si las cosas no salen como estaban previstas, te hundes en la depresión.

¿Qué es la depresión?

La depresión es una tristeza con una escala de distinta intensidad que va desde un momento triste que se puede gestionar a una sensación de parálisis que te puede impedir salir de la cama y hacer una vida normal, convirtiéndose en una enfermedad mental.

La depresión es sentir amargura por «lo que no pudo ser». Situación que requiere hablar con un amigo, contratar a una coach o hacer terapia, todo depende de la graduación de la intensidad emocional y mental con la que se esté abordando la tristeza. Una de las emociones básicas.

¿Cómo conseguir pensar bajo presión?

Hay situaciones que van a requerir un entrenamiento de coaching, (mi recomendación es el coaching narrativo) pero como quiero finalizar este artículo con un herramienta práctica, te invito a conocer la técnica de respiración 4 4 4 4. Pulsa en pegatina para acceder a ella.

 

O respirar con calma y profundidad, llenando el diafragma de aire con mucha lentitud para poder soltarlo con suavidad mientras contamos del diez al uno, para volver a estar bien y sentir bienestar mental y emocional.

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Gracias