Reinicia con estrategia Sun Tzu
Reinicia con estrategia Sun Tzu

Reinicia con estrategia Sun Tzu

Reinicia con estrategia Sun Tzu

Cuando empiezo este proyecto, con nombre de micro-relato: La Sastrería del Tiempo, sabía que era el tiempo el factor clave para todo lo demás. Lo había comprobado en mi propia vida y en vidas ajenas.

Yo misma había pronunciado «no me da la vida»: compatibilizando vida profesional, personal y social, al día le faltaban horas para llegar a todo lo que tenía que hacer. Así que tuve que probar de mi propia medicina y poner en práctica todo lo estudiado hasta entonces en relación a la organización, la simplificación y el minimalismo. Funcionó.

El arte de la guerra: Sun Tzu.

La sabiduría del Sun Tzu es antigua y atemporal. Toda ella sigue vigente hoy, puesto que el maestro Sun basó sus ideas en principios universales que aplican tanto a la vida profesional como a la personal.

La estrategia, definida según la RAE, (acepción 2.):  Arte para dirigir un asunto, deja claro que hay un componente de intuición, olfato o sexto sentido, como prefieras llamarlo. También requiere conocer la teoría, y el Sun Tzu tiene cinco elementos que es preciso conocer y saber emplear de forma correcta.

Veamos cómo analizaba las cuestiones bélicas el Maestro Sun.

Los cinco elementos principales del Sun Tzu.

Dejando para otro artículo que cada persona debe escoger sus propias batallas, en el Sun Tzu son cinco los factores a tener en cuenta:

1. Tao: moral, ética y carácter.

Este es el más importante. Tener una forma de actuar justa y correcta, a ser posible sin generar víctimas colaterales, intentando que beneficie a todas las personas implicadas.  En esta cuestión, se podría abrir un melón: ¿la maldad es humana? Supongo que con la maldad, pasa lo mismo que con las brujas gallegas, las meigas: Eu non creo nas meigas, habelas, hainas… -Yo tampoco creo en las brujas, sin embargo, en honor a mi otra abuela, la gallega, sé que haberlas, haylas-.

La maldad existe, tanto si creemos en ella, como si no.

Recomiendo escoger la bondad, es más difícil y también, el camino correcto: el auténtico Tao.

2. Tien: el tempo. Tiempo personal (kairós) y universal (chronos).

El tiempo personal es el control sobre cuando decidimos llevar a cabo una decisión. El timing, momento, cronograma, calendario, …

El paso del tiempo es como el viento, no podemos cambiar su dirección, pero sí aprovecharlo a nuestro favor.

Ahora mismo, el tiempo de lo masculino está pasando a ser el tiempo de lo femenino, hasta que se alcance el equilibrio entre ambos, el perfecto Yin y Yang.

El Yin es el principio femenino, la tierra, la espera, la oscuridad, la luna.

El Yang es el principio masculino, el cielo, la acción, la luz, el sol.

Ambos cambian a medida que las cuatro estaciones de un año avanzan. La dualidad que sí se justifica.

3. Di: el terreno o contexto, los recursos y el dinero.

Todo radica en conocer bien el contexto, el terreno, en saber si se disponen de los recursos que suele proveer el dinero.

Una vez más, a veces, los recursos no se pueden improvisar en el corto plazo. Tampoco es posible alterar el terreno o cambiar las circunstancias. La clave radica en emplear todo ello a nuestro favor. Para eso, hay que conocerse a unx mismx.

4. Jiang: el liderazgo o la posición personal.

Es un estado mental, aunque se enmarque en una realidad. Por ejemplo, puedo ser líder y, sin embargo, tener una categoría profesional en la que no es posible «tomar las riendas».

El auténtico liderazgo es lo opuesto a la fuerza bruta o la orden autoritaria.

El liderazgo de verdad tiene que ver con la fortaleza interior (una virtud de la que hablaremos en otro post), y con la dirección que una persona imprime a sus acciones.

Las personas que saben a dónde van, son seguidas voluntariamente por quienes carecen de dirección o prefieren responsabilizarse de otras acciones.

5. Fa: la gestión, la organización.

Aquí entramos de lleno en la organización, en la planificación, en la coordinación, en la delegación. En el saber hacer y en el dejar hacer.

La gestión debe ser integral, holística, debe tener en cuenta todas las esferas de la persona: su vida profesional, personal y social (familia y amistades).

Mi recomendación básica es tener una agenda para todos los compromisos, profesionales y personales, porque sólo somos una persona. Solapar eventos es muy fácil cuando se llevan dos o más agendas. Aplicaciones como Google Calendar simplifican mucho evitar este problema.

Nuestro día tiene sólo, veinticuatro horas. Todas las esferas vitales: la salud (el autocuidado), el dinero (la profesión) y el Amor (familia y amistades), deben ser atendidas por igual, aunque en distintos tiempos.

Los factores del Sun Tzu en La Sastrería del Tiempo.

En La Sastrería del Tiempo®, puesto que su especialidad es la organización o gestión, se elimina el quinto factor FA: la gestión u organización.

El tercer factor DI, se divide en dos: el contexto(3) y los recursos y/o el dinero (5). De esta manera, se potencia la claridad, el foco y la perspectiva sobre el qué hacer y cómo hacerlo.

Es decir, los cinco los factores del Sun Tzu quedan así:

  1. El carácter.
  2. El tiempo.
  3. El contexto.
  4. La posición o liderazgo personal.
  5. Los recursos y/o el dinero.

Conclusión: Aprecio, atención y respeto.

Apreciar lo que se tiene hoy, aquí y ahora.

Atender los asuntos propios: profesionales, personales y sociales.

Respetar, sí pero con asertividad. Pidiendo y exigiendo el respeto que se ofrece.

Poniendo límites o distancia cuando el respeto está ausente.

Tan importante como saber luchar es saber protegerse. Y escoger bien las propias batallas.

Y más esencial aún es: aprender. Examina lo vivido.

«Una vida sin examen no merece la pena ser vivida»

Sócrates (Filósofo griego 470 a.C.-347 a.C.)

Carpe diem.

Aprovecha el momento presente sin esperar al futuro. Eligiendo bien actuar o esperar.

Haz planes con estrategia y evalúa los riesgos antes de intervenir. Revísalos con el corazón, para tener la seguridad de que podrás mirar atrás sabiendo que hiciste lo que tenías que hacer y con cabeza, para conservar tus recursos y minimizar las pérdidas, si las hay.

Recuerda que no todos los fines justifican cualquier medio.

Organízate con cabeza y corazón.