Cuando aparece un conflicto, ¿qué haces?
Elige la opción que más sueles escoger:
Opción A. Plantar cara.
¿Lo enfrentas directamente? ¿ O lo afrontas?
El matiz es muy importante.
Opción B. Callarte, se impone la ley del silencio.
¿Te callas para no crear más tensión?
El asunto se convierte en tensión conflictiva no resuelta.
Opción C. Nombras a otra persona, culpabilizas o metes en el tema a alguien más.
Conviertes un tema de dos partes en conflicto en un tema que implica a más personas, que pueden estar presentes… o ausentes.
Si eliges ENFRENTAR, dentro la opción A, la opción B o la C, tengo malas noticias.
Enfrentarse con alguien, callarse o nombrar a un tercero en discordia es escalar un conflicto= empeorar la situación.
Ya sabemos que en la vida aparecen los conflictos y, si carecemos de un método para afrontarlos, jugamos con desventaja porque nos van a dar por todos lados.
Nuestra confianza, nuestra autoestima, nuestra autonomía (incluso), va a verse afectada. Porque un conflicto no es plato de buen gusto para nadie…
Excepto para la persona que lo inicia con mala intención.
Pero eso, es otra historia.
Aquí vienes a aprender cómo conseguir que, ante cualquier conflicto:
La fuerza (mental y emocional) te acompañe.
Te leo en comentarios.
🤗